Este hotel rural resulta perfecto para pasar unas vacaciones de relax y entrar en contacto con la tradición. Destacan las vistas a la montaña, al jardín y a la piscina. Sus 22 habitaciones son perfectas para relajarse después de un día de actividad. Como cortesía los huéspedes recibirán bombones. Dispone de servicios para los más pequeños, con espacios habilitados para sus juegos. En las salas comunes los clientes pueden relajarse manteniendo una charla entre amigos.