Bungalows Castillo Beach

Lo único bueno de este alojamiento son los socorristas de la piscina q están muy pendiente a los niños y también la mujer de la limpieza que fue amable

Todo en este alojamiento a sido malo y asqueroso. El ventilador de la sala no funcionaba bien. El horno tampoco. Había polvo debajo de las camas y entre el ventilador. La bañera estaba tupida, era desagradable bañarse y el color amarillenta de vieja. Pedí que viniesen a destupirnos la bañera y jamás vino nadie. Pedí limpieza (ya q no vienen nunca) y vino a los 2 días. En 7 días vino 1 y xq la solicité Pedí toallas y NO tenían. Me ofrecieron una sabana!!!!!!!! El apartamento olía a cloaca Pedí un cambio de apartamento ya q estábamos muy a contra gusto y me dijeron q no podían ya q estaban llenos. No hay cobertura dentro del apartamento, tienes q salir a la terraza y mucho menos wiffi. Algun@s del personal de la oficina fueron bastante bordes, parece q están cansados de que todo el mundo les de quejas. Llevo muchos años veraneando en fuerteventura y jamás me había sentido con ganas de irme a casa. Nunca más volveré a este sitio

Relación calidad precio insuperable

El silencio nocturno

No achacable al hotel, obras en su entorno

Difícil, tiene potencial pero necesita una remodelación en profundidad

Menos la TV todo en viejo y muy usado

Tranquilo, relacion calidad-precio adecuada

Necesitan más personal. Muy estresados

Las horas que tienen la gente para beber son excesivas. Y junto a la puerta del restaurante debería estar prohibido fumar

Buenas tardes. En mi caso esta reserva fue un regalo de cumpleaños. El personal de recepción, nos permitieron entrar antes de la hora al apartamento, nos dijeron que desde que lo limpiaran, nos dejarían entrar. El asunto fue al entrar en el mismo, la limpieza en sí no existía. El suelo sucio, con piscos (se ve que no se barrió bien y que la fregona solo se la enseñaron al suelo) El sofá tenía una sabana encima, para ocultar lo sucio que estaba el tapizado, aunque la sábana también tenía manchas). El mobiliario también tenía polvo, y alguna de las sábanas de las camas también tenían manchas. Decidimos esperar un poco, pero al acudir a la hora del almuerzo al 'buffet' la cosa tampoco mejoró. Dos grandes cuencos con cuscus seco, uno con brócoli y poca cosa más. La verdad que sólo con la vista, si tenías hambre, se te quitaba el apetito. Decidimos recoger nuestras cosas y devolver la llave en la recepción y marcharnos. Un último apunte, cuando comento la situación al personal de recepción me dicen que: lo tenía que haber dicho antes que estaba la chica y le hubieran dicho que fuese a limpiar. A lo que yo respondí que ya no era solo sucio el suelo, sino que el propio mobiliario, tenía suciedad vieja, por ejemplo el sofá. Tengo fotos y podría enviárselas porque la verdad que es... De vergüenza. Para no repetir ni en sueños ni en pesadillas.