El hotel fue concebido como bastión para un turismo ecológico realmente sostenible, basado en la arquitectura local tradicional y utilizando principalmente materiales regionales naturales, como el basalto, la roca volcánica de la isla. Es un hotel con cinco edificios, con una posición privilegiada sobre el mar. El establecimiento está rodeado de jardines, con la mayoría de la flora original conservada. El alojamiento es encantador, con una decoración personalizada que incluye antigüedades restauradas y varios objetos recuperados, que representan la historia y cultura local.