La última gran novedad de Bodegas Arzuaga Navarro no ha sido precisamente de signo vinícola, sino que tiene que ver con la creación de un pequeño hotelito con encanto adosado a la bodega. y al que, aunque cuenta con entrada independiente, también se puede acceder mediante un ascensor desde las instalaciones de vinificación y crianza. El hotel está perfectamente integrado en la bodega: pared con pared con los lugares de trabajo y con el viñedo a sus pies. Hay 24 habitaciones, todas ellas equipadas con ducha de hidromasaje y jacuzzi. El ambiente es a la vez rústico y lujoso; se ha optado por los materiales nobles, dando un gran protagonismo a la madera que ofrece todo su calor y solidez. Y fuera, una vez más, la piedra que hermana el hotel con la bodega.