Se encuentra en pleno casco antiguo, con Santa Sophia a sus puertas y todos los demás puntos de interés principales a solo unos minutos andando. El edificio del hotel fue construido en el siglo XIII. Tras la caída del imperio bizantino, esta mansión pasó a pertenecer al imperio otomano y se empleó como casa de un bajá otomano durante años. La parada de tranvía más cercana está a unos 350 m. El hotel posee un pequeño vestíbulo con recepción las 24 horas, cambio de divisas, acceso al ascensor, Wi-Fi, cafetería, bar/comedor que da a una pequeño jardín con terraza, y parking.